ECOGRAFÍA OBSTÉTRICA
lunes, 16 de mayo de 2016
CANCER DE OVARIO
El pasado domingo 8 de Mayo se conmemoró el Día Mundial del cáncer de Ovario. Tanto pacientes como médicos perciben habitualmente el cáncer de ovario como una enfermedad altamente mortal. Y ello es debido, fundamentalmente, a que la mayoría de las pacientes se diagnostican en estadios avanzados, por lo que el pronóstico es generalmente malo.
El cáncer ginecológico supone el 14 % de todos los cánceres, después de mama, digestivo y pulmón. El cáncer de ovario es menos frecuente que el de endometrio pero es más grave y mortal. La supervivencia a 5 años depende de la precocidad del diagnóstico, es decir, de lo pronto o tarde que se detecte; de manera que será de un 75% para los diagnosticados en fases iniciales y de un 25% en fases tardías. El problema es que se suele diagnosticar tarde y a día de hoy no existen programas de screening aceptables para detectarlos de forma precoz.
Aunque la mayoría de las mujeres diagnosticadas con
cáncer de ovario avanzado morirán de la enfermedad, el
comportamiento biológico del cáncer de ovario es bastante variable. Incluso algunas de las pacientes de alto riesgo, con
cáncer de ovario pueden sobrevivir, con buena calidad de vida, más de 5 años.
Intentando enfocarnos en la supervivencia de estas pacientes, sobre todo en aquellas que logran vivir más años, los datos que os presentamos en esta entrada son realmente importantes para el asesoramiento de dichas enfermas. Porque en verdad, hay una escasez de datos a largo plazo de las supervivientes de cáncer de ovario, ya que muy pocos estudios clínicos basados en la población con esta enfermedad, se extienden más allá de 5 años.
Para analizar entonces, las características que podemos observar a largo plazo en estos casos, ha sido realizado un estudio transversal descriptivo y retrospectivo en California USA, sobre la supervivencia del cáncer epitelial de ovario, basandose fundamentalmente en el Registro de Cáncer de California. Dicho registro es el mayor en lo que al cáncer se refiere, y que está basado en la población de los Estados Unidos de Norteamérica. Contiene información demográfica, de diagnóstico, tratamiento y antecedentes médicos
de todos los cánceres diagnosticados en los residentes de California, que son de notificación obligatoria en este estado desde 1988. Para garantizar el seguimiento de estado vital actual y la causa de la muerte, la base de datos está vinculada anualmente a los certificados de defunción, altas hospitalarias, archivos de cuidados médicos, Seguridad Social, y otras bases de datos administrativas...
Para este análisis se identificaron a todas las pacientes que residen en California y con cáncer de ovario diagnosticado entre 1994 y 2001. Se recogieron todos los datos sobre las mismas: información demográfica (edad, raza, etnia, nivel socioeconómico, ...), año de diagnóstico, características del cáncer (estadio en el momento del diagnóstico, grado tumoral, histología) y hospital. Las pacientes fueron seguidas hasta el 31 de diciembre de 2011, lo que supuso al menos 10 años de seguimiento para todas las que sobrevivían.
Las características de las pacientes que sobrevivieron más de 10 años (supervivientes a largo plazo) fueron comparadas con otros tres grupos:
Las que vivieron menos de 2 años, las que sobrevivieron al menos 2, pero no más de 5 años, y las que lo hicieron al
menos 5 pero no más de 10 años. Sólo las pacientes para
las que el cáncer de ovario fue el primer o único diagnóstico de cáncer fueron incluidas. Las pacientes diagnosticadas en la autopsia eran excluidas del análisis.
Los resultados que arrojó este estudio fueron los siguientes entre otros:
Un total de 11.541 mujeres que residen en California fueron
diagnosticadas de cáncer de ovario epitelial invasivo
durante el período de 1994 a 2001.
Aproximadamente una cuarta parte de las pacientes eran menores de 50 años. La mayoría eran no hispanas blancas; menor número eran hispanas, asiáticas, de Las islas del Pacífico, y negras no hispanas. Casi todas las pacientes residían en una zona urbana (97%). Había casi el doble de casos clasificados como de grado III y IV que de grado I y II. Sesenta y siete por ciento se encontraban en estadios III y IV, y sólo aproximadamente el 20% estaban en estadio I, del resto no se supo el estadiaje exacto.
La mayoría de las pacientes sobrevivieron menos de 5 años; sin embargo, el 31% sobrevivió más de 10 años (supervivencia a largo plazo).
Casi la mitad de las que sobrevivieron a largo plazo tenían entre 18 y 50 años,y sólo el 13% de ellas, estuvieron entre las que sobrevivieron menos de 2 años, lo que quiere decir que las jóvenes presentaron mejor supervivencia.
El grupo de hispanas y mujeres de las islas de Asia y Pacífico tuvieron una mayor proporción de supervivientes a largo plazo que los otros grupos.
El mayor porcentaje de pacientes que sobrevivieron durante al menos 2 años residían en barrios de nivel socioeconómico alto y un mayor número de ellas fueron atendidas en
hospitales que tratan más de 40 casos durante el periodo de estudio.
Aunque la mayoría de las que sobrevivieron a largo plazo tenía cáncer en estadio I, el 32,4% estaban en etapas III y
IV de la enfermedad en el momento del diagnóstico. El grado del tumor también varió significativamente, con un predominio de cánceres de bajo grado en las mujeres que vivieron más de 10 años. Si las pacientes con grado desconocido se eliminan, aproximadamente el 58% de las
supervivientes a largo plazo tenían grados I y II de cáncer.
Además, la supervivencia a largo plazo fue favorable para los de estirpe endometrioide, de células claras y mucinoso.
En términos generales, este estudio proporcionó una oportunidad única para examinar las características de las mujeres que sobreviven a largo plazo después de padecer un cáncer epitelial de ovario, ya que comúnmente se piensa que es una enfermedad altamente mortal. Siempre ha existido una información bastante escasa acerca de las mujeres que sobreviven más de 10 años a esta enfermedad,
si tenemos en cuenta que la mayoría de los estudios están
limitados a 5 años.
Lo más sorprendente fue que casi un tercio de las pacientes con cáncer de ovario eran superviventes a largo plazo, lo cual es muy importante para el asesoramiento sobre el pronóstico.
Lo que era de suponer es que la biología tumoral (estadio del cáncer, grado e histología) tenía fuertes asociaciones con la supervivencia.
Como era de esperar, las pacientes con cáncer en estadio I tuvieron mayor probabilidad de supervivencia a largo plazo, lo que seguramente refleja que muchas estén realmente curadas de su enfermedad.
Se identificaron cuatro factores de riesgo independientes que se asociaron con la supervivencia en el cáncer de ovario en etapa temprana: edad, estadío, grado de malignidad y citología peritoneal:
Las pacientes con riesgo bajo (no presentaron ninguno o solo uno de los factores de riesgo) tuvieron una supervivencia a los 5 años del 88% en comparación con el grupo de alto riesgo 75% (tres o cuatro factores presentes); sin embargo, todas estas pacientes recibieron quimioterapia coadyuvante.
Las pacientes con cánceres epiteliales grados 1 o 2 tenían
el doble de probabilidades de sobrevivir más de 10 años que aquellas con grados 3 o 4. Así pues, los tipos histológicos que se asocian con mayor supervivencia a largo plazo son el endometrioide,el de células claras y el mucinoso. Muchos cánceres de células claras se encuentran en estadios tempranos y a menudo asociados a endometriosis y, por tanto tienen un mejor pronóstico que los cánceres serosos de alto grado.
En contraste, en estadios avanzados, el cáncer de células claras tiende a tener una peor supervivencia en comparación con los cánceres serosos de alto grado, probablemente porque son más resistentes a la quimioterapia.
Uno de los hallazgos más inesperado fue que casi un tercio de todas las supervivientes a largo plazo, estaba en etapas III y IV del cáncer epitelial, incluyendo aquellas con cánceres serosos. La explicación de ésto no está del todo clara, pero hay varias posibilidades:
- La mejora en las técnicas quirúrgicas que se traducen en un alto porcentaje de pacientes con enfermedad residual mínima, que han mejorado los resultados.
- El uso de quimioterapia intraperitoneal más intravenosa coadyuvante han sido asociadas a una supervivencia prolongada con una media global de 110 meses.
- Las pacientes con cáncer de ovario que son portadoras de la mutación BRCA1 o BRCA2 han mostrado mayores supervivencias si las comparamos con las que no tienen estas mutaciones.
De acuerdo con estudios anteriores, la edad tenía una gran influencia sobre la supervivencia global en el cáncer de ovario epitelial y las que más vivían, solían ser mujeres menores de 50 años de edad. Además, las pacientes jóvenes son más propensas a tener estadios iniciales y cánceres epiteliales de bajo grado. Todo ello apunta a un comportamiento biológico más favorable aunque también, el hecho de ser joven puede permitir que se toleren cirugías y quimioterapias más agresivas y por ello, presentaron supervivencias más largas, aún en estadíos más avanzados o con cánceres de alto grado.
No obstante, la supervivencia a largo plazo puede traer sus propios desafíos y no solo la recurrencia de la propia enfermedad, ya que los estudios han demostrado a lo largo del tiempo que las pacientes con cáncer de ovario tienen problemas de ansiedad, fatiga, transtornos sexuales y sociales entre otros, que deben ser susceptibles de atención apropiada.
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